Usted está parado esperando a cruzar una calle y de repente un grupo de personas con paraguas anaranjados y bufandas anaranjadas se despliegan ante uste, paraguas y personas, comienzan a relatar, hablan y hablan, en algún momento dicen: “Buenas tardes, soy el primer capítulo de Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez”.
Son las Personas-Libro, forman parte de un bello proyecto: fomentar la lectura.
Las Personas-Libro, de la mano de su creador, del proyecto, no de las personas, Antonio Rodriguez, desde 2006, viene realizando presentaciones, leyendo de memoria y en voz alta ante el público, un capítulo de libros seleccionados.
Otros se sumaron al proyecto y su forma de presentarse es mediante paraguas y bufandas color del fuego, simbolizando que a pesar de que el libro puede quemarse, hay voces que lo hacen perdurar.
Ocurre en Madrid, y se le ocurrió, mientras leía el libro de Bradbury, que evidentemente lo impactó tanto que lo llevó a esta hermosa iniciativa. Un aplauso para el asador, el que quemaba los libros en el libro, que luego fue la inspiración de este proyecto.
Actualmente, son un movimiento las Personas-Libro se desplazan por toda España y ya hay adeptos en Argentina e Italia.
Las edades de los componentes, van desde 7 años hasta nonagenarios, cada grupo con sus preferencias narrativas, con las únicas herramientas de la memoria y la voz alta.
Colegios, cárceles y Asilos, pueden solicitar los servicios de las Personas-libro.
Me encantó la idea, la compré, y ojala se difunda todo lo que se pueda y que los gobiernos aporten para apoyar la idea.
Una buena por tantas malas noticias
|